Martes Sexta Semana de Pascua | Reflexión al Evangelio – Ciclo A, B y C

LA TAREA DEL ESPÍRITU SANTO
Martes Sexta Semana de Pascua

Martes Sexta Semana de Pascua
Reflexión al Evangelio 11 de mayo de 2021
Ciclo A, B y C

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 16, 7. 13)
R/. Aleluya, aleluya.

Yo les enviaré el Espíritu de la verdad, y él los irá guiando hasta la verdad plena, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Juan 16, 5-11
Si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito.

Lectura del santo Evangelio según san Juan

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’. Es que su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré.

Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado». 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

El tema fundamental que nos propone el evangelista es el Espíritu Santo, testigo de Jesús y acusador del mundo. Jesús ha hablado de las persecuciones que deberán padecer los suyos, y éstos se sienten turbados frente a esos acontecimientos. Los discípulos, atemorizados por el inminente futuro de sufrimiento que les espera, son incapaces de confiarse al que es el único que puede hacerles superar toda tristeza y angustia.

¿Cuál será, entonces, la tarea del Espíritu? Dar testimonio contra el mundo, que está en pecado por haber rechazado a Cristo. Él, como abogado en un proceso, revelará a los creyentes, a lo largo del desarrollo de la historia, el error del mundo. Lo pondrá en situación de acusado por su pecado de incredulidad. Probará al mundo la justicia de Cristo. Demostrará que el juicio de condena contra Jesús es inconsistente; más aún: que se ha resuelto con la condena para siempre del «que tiraniza a este mundo», sobre el que ha triunfado Cristo con su muerte-exaltación.

Mientras el mundo condena a los discípulos porque siguen a Cristo, el Espíritu dará la vuelta a la situación, revelando el verdadero ser del mundo, su error, su nulidad. Es una luz que procede del criterio del juicio divino, diferente e incluso opuesto al del mundo. Los discípulos, perseguidos y condenados por los tribunales del mundo, pueden juzgar y condenar en lo íntimo de su conciencia al mundo, en espera del juicio final, que pondrá de manifiesto los términos exactos de la eterna lid.

Tenemos hoy una extrema necesidad.

De este Espíritu que refuerza los corazones, que hace evidentes las razones del creer, que da el valor necesario para oponerse a la mentalidad de este mundo, de este Espíritu -decía- tenemos hoy una extrema necesidad. Y tenemos tanta necesidad porque se trata de un mundo cada vez más seguro de sí mismo, más persuasivo, más seductor.

Tenemos necesidad, sobre todo, de este Espíritu que muestra al corazón y a la mente de cuantos creen que sectores completos del mundo «mundano» tienen en sí mismos componentes diabólicos, que la batalla entre Cristo y el Príncipe de este mundo continúa, que nosotros participamos en esta lucha decisiva, dentro de nosotros, entre nosotros y en el ambiente que nos rodea. (Lectio Divina. Zevini-Cabra)

Reflexión Evangelio Martes Sexta Semana de Pascua

Fray Nelson Medina, O.P.
El Espíritu Santo nuestro defensor.
Martes Sexta Semana de Pascua
El Espíritu Santo te muestra tu realidad marcada por el pecado y a la vez te muestra tu futuro en esperanza, trabajando en ti y contigo para salir de esta situación.
Para la reflexión personal

«¿por qué nos dice que nos conviene que él se vaya? Sólo puede haber una respuesta: porque hay un bien mayor que tenerle visiblemente a nuestro lado. Y ese bien es tener adentro de nosotros la gracia, la vida y la fuerza que vemos brillar en él. […] que vendrá cuando llegue a nosotros el Espíritu Paráclito.» Fray Nelson Medina, O.P.

Oración

Envía tu Espíritu, Señor, para que podamos resistir al poder del mundo. Estás viendo lo débiles que somos, cómo disminuyen nuestras fuerzas, cómo disminuyen nuestras filas, cómo se vuelven cada vez más tímidos tus discípulos y cómo las razones del mundo están conquistando el corazón de no pocos de nuestros jóvenes y de los que ya no lo son. Tenemos una extrema necesidad de una dosis masiva de tu Espíritu para no sentirnos los últimos defensores de una causa que, a los ojos de muchos, no tiene futuro. Envía a tu Paráclito, a tu Abogado, para que no huyamos de la lucha. Envía tu Espíritu para convertirnos en profetas críticos de este mundo, profetas entusiastas de tu mundo, de tu verdad. Amén.


Lectura Espiritual: Hablar con Dios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *