Reflexión al Evangelio 16 de septiembre | Mártires Cornelio, papa y Cipriano, obispo – Memoria

EN LA IGLESIA CRISTO NOS LLAMA A LA CONVERSIÓN.
Reflexión Evangelio 16 de septiembre

Reflexión al Evangelio
Mártires Cornelio, papa y Cipriano, obispo – Memoria
Miércoles 16 de septiembre de 2020
Vigésima cuarta semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia —el atributo más estupendo del Creador y del Redentor— y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora. En este ámbito tiene un gran significado la meditación constante de la palabra de Dios, y sobre todo la participación consciente y madura en la Eucaristía y en el sacramento de la penitencia o reconciliación.

La Eucaristía nos acerca siempre a aquel amor que es más fuerte que la muerte (Ct 8,6): en efecto, « cada vez que comemos de este pan o bebemos de este cáliz », no sólo anunciamos la muerte del Redentor, sino que además proclamamos su resurrección, mientras esperamos su venida en la gloria (Cfr. 1 Cor 11, 26; aclamación en el «Misal Romano»). El mismo rito eucarístico, celebrado en memoria de quien en su misión mesiánica nos ha revelado al Padre, por medio de la palabra y de la cruz, atestigua el amor inagotable, en virtud del cual desea siempre El unirse e identificarse con nosotros, saliendo al encuentro de todos los corazones humanos.

Es el sacramento de la penitencia o reconciliación el que allana el camino (Lc 3,3; Is 40,3) a cada uno, incluso cuando se siente bajo el peso de grandes culpas. En este sacramento cada hombre puede experimentar de manera singular la misericordia, es decir, el amor que es más fuerte que el pecado. (San Juan Pablo II, Carta encíclica «Dives in Misericordia», n. 13.)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cf. Jn 6, 63c. 68c
R/.  Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
tú tienes palabras de vida eterna. R/.

EVANGELIO

san Lucas 7, 31-35
Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

En aquel tiempo, dijo el Señor: «¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantnes? Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de: “Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.

Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: Tiene un demonio; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón».
Palabra del Señor. Gloria a tí Señor.

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Evangelio 16 de septiembre
La vida tiene su ritmo en Dios
Pidamos a Dios que por su Santo Espíritu organice nuestra vida al traernos su amor, su poder y su sabiduría.
Para la reflexión personal
  • ¿estamos más cerca de Juan o de Jesús? ¿Nos van más las lamentaciones de los niños, la austeridad, el sacrificio, las normas y prohibiciones o la danza y canciones de los otros niños, de Jesús? 
  • Para algunos, predicar la felicidad es quedarse en una religión light, mientras predicar el rigor es ser fiel a la cruz. ¿Adonde me ubico yo?
Oración

Señor, ayúdanos a seguir los dictámenes que tú nos sugieres, dejándonos guiar por el soplo de tu Espíritu y preparando nuestro corazón para cumplir en todo tu santa voluntad. Danos la gracia de que el amor, tan característico de los discípulos de tu Hijo Jesús que sea parte importante de nuestra identidad. Amén.

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