Reflexión al Evangelio | 22 de septiembre | 25º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par

CUMPLIR LA VOLUNTAD DEL PADRE.
Reflexión Evangelio 22 de septiembre

Reflexión al Evangelio martes 22 de septiembre de 2020
Vigésima quinta semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

Aquel que es fruto de las entrañas de una única Virgen es la gloria y el honor de todas las demás vírgenes santas, porque ellas son también, como María, madres de Cristo si cumplen la voluntad de su Padre. Sus hermanos y sus hermanas son los hombres y las mujeres santos que participan con él en la herencia celestial. Su madre es la Iglesia entera, porque ella, por la gracia de Dios, engendra los miembros de Cristo, es decir, a los que le son fieles.

Su madre es también cada alma santa que cumple la voluntad de su Padre y cuya caridad fecunda se manifiesta en aquellos que ella engendra para él, hasta que Cristo quede formado en ellos. (cf Gal 4,19)…

María es, ciertamente, la madre de los miembros del Cuerpo de Cristo, de todos nosotros, porque por su caridad ella ha cooperado en la generación de los fieles en la Iglesia, que son miembros de la cabeza divina, Cristo, de manera que ella es verdaderamente mi madre según la carne. (San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia).

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Le 11, 28
R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

San Lucas 8, 19-21
Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar hasta donde él estaba porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: «Tu madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte». Pero él respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
La conciencia cristiana
La conciencia se debe formar y a la vez no se debe idolatrar.
Para la reflexión personal
  • Escuchar su palabra exige abrir nuestro interior, nuestro corazón, para que se mueva al ritmo del corazón de Dios. ¿Como lo estoy haciendo?
  • La familia ¿ayuda o dificulta tu participación en la comunidad cristiana?
Oración

«Oh silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la interioridad, la disponibilidad para escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de la preparación del estudio, de la meditación, de la vida personal e interior, de la plegaria secreta que solo Dios ve» (Pablo VIAlocución en Nazareth, 5-I-1964.=

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