Reflexión al Evangelio | 24 de septiembre | 25º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par

DIOS QUIERE QUE LO CONOZCAMOS
Reflexión Evangelio 24 de septiembre

Reflexión al Evangelio jueves 24 de septiembre de 2020
Vigésima quinta semana / Tiempo Ordinario
Nuestra Señora de la Merced
Año Par

Introducción

Nunca nadie ha visto Dios. El Hijo único que se encuentra en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer» (Jn 1,18). Lo divino es inexplicable e incomprensible: «nadie conoce al Padre, excepto el Hijo o aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (Mt 11,27), y el Espíritu Santo conoce igualmente a Dios… Pero después de este primero y bendito conocimiento divino, nadie ha conocido a Dios sino aquellos a quien Dios mismo se revele…

Por tanto, Dios no nos dejó en la completa ignorancia, porque cada uno ha sembrado en sí, el conocimiento de que existe un Dios. La creación, por su cohesión y su dirección, proclama la magnificencia de la naturaleza divina (cf. Rm 1.20). A continuación, la Ley y los Profetas y su único Hijo, el Señor, «nuestro Dios y Salvador Jesucristo» (2Pe 1,1), han demostrado el conocimiento de Dios, de acuerdo a lo que podemos conseguir.

Por eso todo lo que nos fue transmitido por la Ley y los Profetas, los Apóstoles y los Evangelistas, lo aceptamos, lo conocemos, aplicamos nuestra devoción y no buscamos más allá. Dios es bueno; apela al bien… Como él lo sabe todo y lo que nos conviene a cada uno, nos revela lo que nos es útil de conocer y lo que podemos llevar. Debemos, por lo tanto, contentarnos con esto y permanecer en ello. (San Juan Damasceno monje y doctor de la Iglesia. La Fe ortodoxa, I, 1.)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 6
R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

San Lucas 9, 7-9
A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es entonces éste de quien oigo semejantes cosas?

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía: «A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?». Y tenía curiosidad de ver a Jesús. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
Solo Dios es Dios
La decepción bien entendida nos libra de las idolatrías especialmente las que tienen que ver con los líderes y con los movimientos sociales.
Para la reflexión personal
  • Tengo que preguntarme siempre: ¿quién es Jesús para mí?
  • ¿Estamos nosotros en constante búsqueda del sentido más profundo de nuestra vida cristiana?
  • ¿Nos dejan perplejos a nosotros también Jesús, el evangelio, la vida y nuestra fe? 
Oración

Señor Dios nuestro, Tú viniste para hacer nuevas todas las cosas por medio de Jesucristo, tu Hijo. Que él nos cuestione, pero también cuestionémonos a nosotros mismos si le damos en nuestras vida el lugar que merece. Que él dé sentido a todo lo que somos y hacemos porque él es nuestro Señor resucitado. Amén

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *