Reflexión al Evangelio 5 de noviembre | 31º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par

¡BUSQUEMOS A CRISTO, LLEVEMOS A CRISTO!
Reflexión Evangelio 5 de noviembre

Reflexión Evangelio 5 de noviembre de 2020
Trigésima primera semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

La parábola de la oveja perdida habla más de la ternura de Dios que de la manera como los hombres se comportan habitualmente. Y expresa una verdad profunda. Dejar lo que tiene importancia por amor a lo que hay de más humilde es propio del poder divino, no de la codicia humana. Porque Dios incluso hace existir lo que no existe; y va en busca de lo que está perdido aún cuidando lo que ha dejado en su lugar, y encuentra lo que se había perdido sin perder lo que tiene bajo su custodia.

Este hombre que posee cien ovejas, Cristo, es el buen pastor, el pastor misericordioso que agrupó a todo el género humano en una sola oveja, es decir, en Adán. Había colocado a la oveja en un paraíso delicioso y en una región de pastos abundantes. Pero ella, fiándose de los alaridos del lobo, olvidó la voz del pastor, perdió el camino que conduce al redil de la salvación y quedó lastimada con heridas mortales.

Cristo ha venido al mundo a buscar la oveja y la encontró en el seno de la Virgen. Ha venido, ha nacido en la carne, ha colocado la oveja en la cruz, y la ha tomado sobre sus hombros en la pasión. Luego, lleno del gozo de la resurrección, la ha levantado, por su ascensión, hasta las moradas celestiales. Hermanos, Cristo ha venido a buscarnos a la tierra. ¡Busquémosle nosotros en el cielo! Nos ha llevado a la gloria de su divinidad. Llevémosle en nuestro cuerpo por la santidad de vida. (San Pedro Crisólogo, obispo, Sermón 168, 4-6; CCL 24B, 1032-1034)


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 28
R/. Aleluya, aleluya.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

San Lucas 15,1-10
Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo; por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: «Este recibe a los pecadores y come con ellos».

Jesús les dijo entonces esta parábola: «¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido’. Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan convertirse.

¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me había perdido’. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
El apego a cosas nos hace daño causando división en nosotros.
Pregúntate ¿Cómo está realmente tu escala de valores? ¿Cómo están tus prioridades? ¿Cómo estas delante de Dios?
Para la reflexión personal
  • ¿Cómo acogemos a los demás cuando han fallado y se arrepienten?
  • ¿Cómo está realmente tu escala de valores? ¿Cómo están tus prioridades? ¿Cómo estas delante de Dios?
Oración

Ven, Señor Jesús, a buscar a tu servidor, a buscar a tu oveja errante y extenuada. Ven, Esposo de la Iglesia, a buscar la dracma perdida. Padre de misericordia, ven a recibir al hijo pródigo que vuelve a ti. Ven pues, Señor, porque sólo tú puedes llamar de nuevo a la oveja que se extravía, encontrar la dracma perdida, reconciliar al hijo fugitivo. ¡Ven, a fin de que haya salvación en la tierra y gozo en el cielo! Conviérteme a ti y dame poder llevar una verdadera penitencia para que yo sea ocasión de gozo para los ángeles. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.