Reflexión al Evangelio 6 de noviembre | 31º Semana – Tiempo Ordinario – Año Par

LA ASTUCIA POR EL REINO
Reflexión Evangelio 6 de noviembre

Reflexión Evangelio 6 de noviembre de 2020
Trigésima primera semana / Tiempo Ordinario
Año Par

Introducción

Inmediatamente después de esta parábola del administrador injusto el evangelista nos presenta una serie de dichos y advertencias sobre la relación que debemos tener con el dinero y con los bienes de esta tierra. Son pequeñas frases que invitan a una opción que supone una decisión radical, una tensión interior constante. En verdad, la vida es siempre una opción:  entre honradez e injusticia, entre fidelidad e infidelidad, entre egoísmo y altruismo, entre bien y mal. Es incisiva y perentoria la conclusión del pasaje evangélico:  «Ningún siervo puede servir a dos amos:  porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo».

En definitiva —dice Jesús— hay que decidirse:  «No podéis servir a Dios y al dinero» (Lc 16, 13). La palabra que usa para decir dinero —»mammona»— es de origen fenicio y evoca seguridad económica y éxito en los negocios. Podríamos decir que la riqueza se presenta como el ídolo al que se sacrifica todo con tal de lograr el éxito material; así, este éxito económico se convierte en el verdadero dios de una persona.

Por consiguiente, es necesaria una decisión fundamental para elegir entre Dios y «mammona»; es preciso elegir entre la lógica del lucro como criterio último de nuestra actividad y la lógica del compartir y de la solidaridad. Cuando prevalece la lógica del lucro, aumenta la desproporción entre pobres y ricos, así como una explotación dañina del planeta. Por el contrario, cuando prevalece la lógica del compartir y de la solidaridad, se puede corregir la ruta y orientarla hacia un desarrollo equitativo, para el bien común de todos. (Papa Emérito Benedicto XVI, Homilía 23 de septiembre de 2007). 


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Jn 2, 5 1
R/. Aleluya, aleluya.

En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud. R/.

EVANGELIO

San Lucas 16, 1-8
Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador’.

Entonces el administrador se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan’.

Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’. El hombre respondió: ‘Cien barriles de aceite’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta’.
Luego preguntó al siguiente: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’. Éste respondió: ‘Cien sacos de trigo’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y haz otro por ochenta’.

El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz». 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Fray Nelson Medina, O.P.
Amor e inteligencia puestos al servicio de Dios
Por el amor hacia Jesús logramos vencer los obstáculos que nos detienen cuando se trata de servirle y al utilizar bien nuestra inteligencia logramos alcanzar lo que realmente queremos y necesitamos.
Para la reflexión personal
  • ¿El Evangelio nos purifica de tal modo que nuestra vida y actuar son agradables a Dios?
  • ¿Actuamos con pureza de corazón y de mente buscando desvelar el misterio de la astucia del mundo?
Oración

Señor Dios nuestro, Tú nos has hecho responsables contigo de muchas personas y cosas: de nosotros mismos, de otras personas, del futuro de este nuestro mundo. Te pedimos la gracia de ser buenos administradores de todo lo que nos has confiado. Ayúdanos a usar sabia y rectamente nuestros talentos al servicio de todo lo justo y bueno, inspirados siempre por la fe y viviendo en el amor. Amor.

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