Reflexión viernes 5 de noviembre | 31a. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar

LA VIDA ES SIEMPRE UNA OPCIÓN
Reflexión viernes 5 de noviembre

Reflexión viernes 5 de noviembre de 2021
31a. Semana Tiempo Ordinario
Año Impar

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (1 Jn 2, 5)
R/. Aleluya, aleluya.

En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud. R/.

EVANGELIO

Lucas 16, 1-8
Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador’.

Entonces el administrador se puso a pensar:
‘¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan’. Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’. El hombre respondió: ‘Cien barriles de aceite’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta’.

Luego preguntó al siguiente:
‘Y tú, ¿Cuánto debes?’. Éste respondió: ‘Cien sacos de trigo’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y haz otro por ochenta’. El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz». 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

[…] Como siempre, el Señor toma como punto de partida sucesos de la crónica diaria:  habla de un administrador que está a punto de ser despedido por gestión fraudulenta de los negocios de su amo y, para asegurarse su futuro, con astucia trata de negociar con los deudores. Ciertamente es injusto, pero astuto:  el evangelio no nos lo presenta como modelo a seguir en su injusticia, sino como ejemplo a imitar por su astucia previsora. En efecto, la breve parábola concluye con estas palabras:  «El amo felicitó al administrador injusto por la astucia con que había procedido» (Lc 16, 8).

Pero, ¿qué es lo que quiere decirnos Jesús con esta parábola, con esta conclusión sorprendente? Inmediatamente después de esta parábola del administrador injusto el evangelista nos presenta una serie de dichos y advertencias sobre la relación que debemos tener con el dinero y con los bienes de esta tierra. Son pequeñas frases que invitan a una opción que supone una decisión radical, una tensión interior constante.

La vida es siempre una opción

En verdad, la vida es siempre una opción: entre honradez e injusticia, entre fidelidad e infidelidad, entre egoísmo y altruismo, entre bien y mal. Es incisiva y perentoria la conclusión del pasaje evangélico:  «Ningún siervo puede servir a dos amos:  porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo». En definitiva —dice Jesús— hay que decidirse:  «No podéis servir a Dios y al dinero» (Lc 16, 13).

La palabra que usa para decir dinero —»mammona»— es de origen fenicio y evoca seguridad económica y éxito en los negocios. Podríamos decir que la riqueza se presenta como el ídolo al que se sacrifica todo con tal de lograr el éxito material; así, este éxito económico se convierte en el verdadero dios de una persona.

Por consiguiente, es necesaria una decisión fundamental para elegir entre Dios y «mammona»; es preciso elegir entre la lógica del lucro como criterio último de nuestra actividad y la lógica del compartir y de la solidaridad. Cuando prevalece la lógica del lucro, aumenta la desproporción entre pobres y ricos, así como una explotación dañina del planeta. Por el contrario, cuando prevalece la lógica del compartir y de la solidaridad, se puede corregir la ruta y orientarla hacia un desarrollo equitativo, para el bien común de todos.

Renuncias radicales

En el fondo, se trata de la decisión entre el egoísmo y el amor, entre la justicia y la injusticia; en definitiva, entre Dios y Satanás. Si amar a Cristo y a los hermanos no se considera algo accesorio y superficial, sino más bien la finalidad verdadera y última de toda nuestra vida, es necesario saber hacer opciones fundamentales, estar dispuestos a renuncias radicales, si es preciso hasta el martirio. Hoy, como ayer, la vida del cristiano exige valentía para ir contra corriente, para amar como Jesús, que llegó incluso al sacrificio de sí mismo en la cruz.

Así pues, parafraseando una reflexión de san Agustín, podríamos decir que por medio de las riquezas terrenas debemos conseguir las verdaderas y eternas. En efecto, si existen personas dispuestas a todo tipo de injusticias con tal de obtener un bienestar material siempre aleatorio, ¡Cuánto más nosotros, los cristianos, deberíamos preocuparnos de proveer a nuestra felicidad eterna con los bienes de esta tierra! (cf. Discursos 359, 10). (Papa Emérito Benedicto XVI. Homilía. Domingo 23 de septiembre de 2007)

Reflexión viernes 5 de noviembre de 2021

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión viernes 5 de noviembre de 2021
La manera correcta de amar al prójimo.
Si el amor que le tengo a la gente los hace ir en la dirección de Dios y en ellos se cumple su voluntad y se refleja en ellos su gloria divina entonces estoy amando verdaderamente al prójimo.
Para la reflexión personal

Nosotros, mientras hacemos este rato de meditación, podemos recordar a esas personas que ya han muerto y que siguen estando unidas a nosotros por fuertes vínculos. Examinemos hoy cómo es nuestra oración por ellos. No olvidemos que se trata de una gran obra de misericordia muy grata al Señor.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Señor Dios nuestro, tú nos has hecho responsables contigo de muchas personas y cosas, así como de nosotros mismos y del futuro de este nuestro mundo. Te pedimos la gracia de ser buenos administradores de todo lo que nos has confiado. Ayúdanos a usar sabia y rectamente nuestros talentos al servicio de todo lo justo y bueno, inspirados siempre por la fe y viviendo en el amor de Jesucristo. Espíritu Santo, as brillar en nosotros la Luz de los hijos de Dios. Que lo podamos reflejar con la misericordia hacia el prójimo; al hablar y escuchar con compasión a su hermano, al construir una realidad donde Cristo esté presente como salvador, y no renunciar por comodidad o miedo a la práctica evangélica de la fe. Amén.


Evangelio de ayer:
UNA GUERRA MÁS PROFUNDA

Por si no lo has visto
Tema #3
Cristo Dirige Su Palabra A La Iglesia

Tema #4:
Mensajes A La Iglesia Sobre El Misterio De Dios

Un comentario en «Reflexión viernes 5 de noviembre | 31a. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.