Reflexión jueves 14 de octubre | San Calixto, Papa y mártir – Memoria

LA LLAVE DE LA GRATUIDAD DE LA SALVACIÓN
Reflexión jueves 14 de octubre

Reflexión jueves 14 de octubre de 2021
San Calixto, Papa y mártir – Memoria

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 14, 6)
R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Lucas 11, 47-54
Les pedirán cuentas de la sangre de los profetas, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y doctores de la ley: «¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! Con eso dan a entender que están de acuerdo con lo que sus padres hicieron, pues ellos los mataron y ustedes les construyen el sepulcro.

Por eso dijo la sabiduría de Dios: Yo les mandaré profetas y apóstoles, y los matarán y los perseguirán, para que así se le pida cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el atrio y el altar. Sí, se lo repito: a esta generación se le pedirán cuentas.

¡Ay de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la puerta del saber! Ustedes no han entrado, ya los que iban a entrar les han cerrado el paso». Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a acosarlo terriblemente con muchas preguntas y a ponerle trampas para ver si podían acusarlo con alguna de sus propias palabras. 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Una de las cosas más difíciles de comprender, para todos nosotros cristianos, es la gratuidad de la salvación en Cristo. Porque desde siempre han existido «doctores de la ley» que engañan reduciendo el amor de Dios en «pequeños horizontes», cuando, en cambio, es algo «inmenso, sin límites».

Nosotros estamos acostumbrados a escuchar que Jesús es el Hijo de Dios, que vino por amor, para salvarnos y que murió por nosotros. Pero lo hemos oído así tantas veces que nos hemos acostumbrado. En efecto, cuando «entramos en este misterio de Dios», de este amor de Dios, este amor sin límites, un amor inmenso, nos quedamos tan maravillados por todo ello que tal vez preferiríamos no comprenderlo: mejor la salvación con el estilo hagamos estas cosas y seremos salvados.

La llave de la gratuidad de la salvación

Hacer el bien, hacer las cosas que Jesús nos dice que hagamos, es bueno y se debe hacer; sin embargo la esencia de la salvación no deriva de ello. Esta es mi respuesta a la salvación que es gratuita, que viene del amor gratuito de Dios. Y es por esto que Jesús mismo puede parecer un poco obstinado contra los doctores de la Ley, a los que dice cosas fuertes y muy duras […]  porque os habéis llevado la llave, es decir la llave de la gratuidad de la salvación, de la ciencia. […] limitaban los horizontes de Dios y empequeñecían el amor de Dios, haciéndolo pequeño, pequeño, pequeño, pequeño, a la medida de cada uno de nosotros.

Y a quien objetase: Pero padre, ¿no están los mandamientos?, Sí, existen. Pero hay uno que Jesús dice que es precisamente como la síntesis de todos los mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo. Precisamente gracias a esta actitud de amor, nosotros estamos a la altura de la gratuidad de la salvación, porque el amor es gratuito. ¿Un ejemplo? Si yo digo: “¡Ah, yo te amo!”, pero por detrás tengo otro interés, eso no es amor, eso es interés.  

Porque es el único mandamiento que está a la altura de la gratuidad de la salvación de Dios. Y Jesús luego añade: En este mandamiento están todos los demás, porque este llama —realiza todo el bien— a todos los demás. Pero la fuente es el amor; el horizonte es el amor. Si tú has cerrado la puerta y te has llevado la llave del amor, no estarás a la altura de la gratuidad de la salvación que has recibido.

¿creo que el Señor me ha salvado gratuitamente?

«Nos hará bien hoy preguntarnos: ¿creo que el Señor me ha salvado gratuitamente? ¿Creo que yo no merezco la salvación? ¿Y que si merezco algo es por medio de Jesucristo y de todo lo que Él hizo por mí? Es una hermosa pregunta: ¿creo en la gratuidad de la salvación? ¿creo que la única respuesta es el amor, el mandamiento del amor, del que Jesús dice que allí están contenidas las enseñanzas de todos los profetas y toda la ley?».

De aquí la invitación conclusiva a renovar «hoy estas preguntas. Sólo así seremos fieles a este amor tan misericordioso: amor de padre y de madre, porque también Dios dice que Él es como una madre con nosotros; amor, horizontes amplios, sin límites, sin limitaciones. Y no nos dejemos engañar por los doctores que ponen límites a este amor». (S.S. Papa Francisco, Misa Matutina Casa Santa Marta. Jueves 15 de octubre de 2015.)

Reflexión jueves 14 de octubre de 2021

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión jueves 14 de octubre de 2021
Cristo es la respuesta de Dios.
Cristo mostró en su pasión una capacidad infinita de padecer el mal sin devolverlo ni transmitirlo, responder al mal con un diluvio de bienes por la intensión de su ofrenda en la cruz que es eficaz para quienes se abren a la gracia por medio de la fe.
Para la reflexión personal

Conocer cada vez más profundamente ese querer divino particular es siempre un motivo de esperanza y de alegría. Cristo nos llama a hacer de Él el centro de la propia existencia, a seguirle en medio de nuestras realidades diarias: el hogar, la oficina, el comercio…; y a conocer a los demás hombres como personas e hijos de Dios.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Señor, erróneamente existe la tendencia de pensar que así como el agua y el aceite no se mezclan, tampoco lo hacen tus mandamientos y la felicidad. Por eso, con diligencia voy adormilando mi conciencia, y sutilmente hago a un lado todo lo que implique renuncia, esfuerzo, sacrificio. Gracias por recordarme que me ofreces tu gracia y amor para ser fiel siempre a tu ley, que tiene como fundamento el amor. Amén.


Hoy celebramos la memoria de:
San Calixto
elegido en el 217, se distinguió por su misericordia y comprensión con los pecadores arrepentidos, en contra de los rigoristas.  Murió mártir en el 222.  Es, indudablemente, uno de los Romanos Pontífices que más sobresalieron a fines del siglo II y principios del III, en un tiempo en que multitud de corrientes más o menos peligrosas trataban de desviar a la Iglesia del verdadero camino de la ortodoxia y del justo medio de la disciplina eclesiástica.

Evangelio de ayer:
COHERENCIA DE VIDA

Por si no lo has visto:
Una Hora de Alabanzas para el MEC por Juan Soriano

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