Lunes Tercera Semana de Pascua | Reflexión al Evangelio – Ciclo A, B y C

PROSELITISMO CRISTIANO
Lunes Tercera Semana de Pascua

Lunes Tercera Semana de Pascua
Reflexión al Evangelio 19 de abril de 2021
Ciclo A, B y C


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Mt 4, 4)
R/. Aleluya, aleluya.

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.

EVANGELIO

Juan 6, 22-29
No trabajen por el alimento que se acaba, sino por el que dura para la vida eterna.

Lectura del santo Evangelio según san Juan

Después de la multiplicación de los panes, cuando Jesús dio de comer a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la multitud, que estaba en la otra orilla del lago, se dio cuenta de que allí no había más que una sola barca y de que Jesús no se había embarcado con sus discípulos, sino que éstos habían partido solos.

En eso llegaron otras barcas desde Tiberíades al lugar donde la multitud había comido el pan. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm para buscar a Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste acá?». Jesús les contestó: «Yo les aseguro que ustedes no me andan buscando por haber visto señales milagrosas, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse.

No trabajen por ese alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para la vida eterna y que les dará el Hijo del hombre; porque a éste, el Padre Dios lo ha marcado con su sello».

Ellos le dijeron: «¿Qué necesitamos para llevar acabo las obras de Dios?». Respondió Jesús: «La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Como Jesús, con pedagogía y paciencia, fue conduciendo a la gente a la fe en él, a partir de las apetencias meramente humanas -el pan para saciar el hambre, el mesianismo humano y político que buscaba Pedro-, también nosotros deberíamos ayudar a nuestros hermanos, jóvenes y mayores, a llegar a captar cómo Jesús es la respuesta de Dios a todos nuestros deseos y valores. 

Buscar a Jesús porque multiplica el pan humano es flojo, pero es un punto de partida. El hombre de hoy, aunque tal vez no conscientemente, busca felicidad, seguridad, vida y verdad. Como la gente de Cafarnaúm, anda bastante desconcertado, buscando y no encontrando respuesta al sentido de su vida. 

Hay buena voluntad en mucha gente. Lo que necesitan es que alguien les ayude. A veces tienen una concepción pobre de la fe cristiana, por temor o por un sentido meramente de precepto, o por interés: algunos buscan a Dios por los favores que de él esperan, sin buscarle a él mismo.

Evangelizar

Si nosotros los cristianos, con nuestra palabra y nuestras obras, les ayudamos y les evangelizamos, pueden llegar a entender que la respuesta se llama Jesús, y del pan humano y caduco podrán pasar a apreciar el Pan que es Cristo y el Pan que nos da Cristo. 

Nosotros, los que celebramos con frecuencia la Eucaristía, ya sabemos distinguir bien entre el pan humano y el Pan eucarístico que es la Carne salvadora de Cristo. Esta conciencia nos debe llevar a una jornada vivida mucho más decididamente en el seguimiento de ese Cristo Jesús que es a la vez nuestro alimento y nuestro Maestro de vida. (José Aldazabal. Enséñame tus Caminos. El Tiempo Pascual Día tras Día. , Vol. 3, CPL, Barcelona, 1999)

Reflexión Evangelio Lunes Tercera Semana de Pascua

Fray Nelson Medina, O.P.
Lunes Tercera Semana de Pascua
Dos modos de ver a Dios en tu vida.
¿Qué quieres que sea Dios en tu vida? Quien te solucione problemas o que sea el Señor de tu vida, quien te enseña, guía y corrige. ¡Escoge!
Para la reflexión personal

«¿Sabéis cuál es la primera tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios? –pregunta el Santo Cura de Ars–. Es el respeto humano». ¿Cómo es nuestro comportamiento con los amigos, en el trabajo, en una reunión social? ¿Mostramos con valentía y sencillez nuestra condición de hijos de Dios? Tomado de Hablar con Dios.

Oración

Señor, tenemos necesidad de profetas «incómodos», para difundir Tú Buena Nueva, que no tengan miedo de hacer frente a las incomprensiones a causa de tu nombre, capaces de recorrer nuevos caminos. Tu que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre, y cumplir cuanto en él se significa. Concédenos alma misionera, para sembrar en tu nombre. Amén.


Recuerda seguir nuestro curso de Apologética I: Comer Su Carne Y Beber Su Sangre: Tema #11

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