Reflexión miércoles 10 de noviembre | San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia – Memoria

LA FE SE MANIFIESTA EN EL AGRADECIMIENTO
Reflexión miércoles 10 de noviembre

Reflexión miércoles 10 de noviembre de 2021
San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia
Memoria

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (1 Tes 5, 18)
R/. Aleluya, aleluya.

Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios quiere que ustedes hagan. R/.

EVANGELIO

Lucas 17, 11-19
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: «¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!».

Al verlos, Jesús les dijo: «Vayan a presentarse a los sacerdotes». Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano.

Entonces dijo Jesús: «¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?». Después le dijo al samaritano: «Levántate y vete. Tu fe te ha salvado».
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

El evangelio presenta a Jesús que cura a diez leprosos, de los cuales  sólo  uno, samaritano y por tanto extranjero, vuelve a darle las gracias (cf. Lc  17,  11-19).  El Señor le dice:  «Levántate, vete:  tu fe te ha salvado» (Lc 17, 19). Esta página evangélica nos invita a una doble reflexión.

Ante todo, nos permite pensar en dos grados de curación:  uno, más superficial, concierne al cuerpo; el otro, más profundo, afecta a lo más íntimo de la persona, a lo que la Biblia llama el «corazón», y desde allí se irradia a toda la existencia. La curación completa y radical es la «salvación». Incluso el lenguaje común, distinguiendo entre «salud» y «salvación», nos ayuda a comprender que la salvación es mucho más que la salud; en efecto, es una vida nueva, plena, definitiva.

La fe se manifiesta en el agradecimiento

Además, aquí, como en otras circunstancias, Jesús pronuncia la expresión:  «Tu fe te ha salvado». Es la fe la que salva al hombre, restableciendo su relación profunda con Dios, consigo mismo y con los demás; y la fe se manifiesta en el agradecimiento. Quien sabe agradecer, como el samaritano curado, demuestra que no considera todo como algo debido, sino como un don que, incluso cuando llega a través de los hombres o de la naturaleza, proviene en definitiva de Dios. Así pues, la fe requiere que el hombre se abra a la gracia del Señor; que reconozca que todo es don, todo es gracia. ¡Qué tesoro se esconde en una pequeña palabra:  «gracias»!

Jesús cura a los diez enfermos de lepra, enfermedad en aquel tiempo considerada una «impureza contagiosa» que exigía una purificación ritual (cf. Lv 14, 1-37). En verdad, la lepra que realmente desfigura al hombre y a la sociedad es el pecado; son el orgullo y el egoísmo los que engendran en el corazón humano indiferencia, odio y violencia. Esta lepra del espíritu, que desfigura el rostro de la humanidad, nadie puede curarla sino Dios, que es Amor. Abriendo el corazón a Dios, la persona que se convierte es curada interiormente del mal.

«Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15).

Jesús inició su vida pública con esta invitación, que sigue resonando en la Iglesia, hasta el punto de que también la santísima Virgen, especialmente en sus apariciones de los últimos tiempos, ha renovado siempre esta exhortación. Hoy pensamos, de modo particular, en Fátima donde, exactamente hace 90 años, desde el 13 de mayo hasta el 13 de octubre de 1917, la Virgen se apareció a los tres pastorcillos:  Lucía, Jacinta y Francisco.

Pidamos a la Virgen para todos los cristianos el don de una verdadera conversión, a fin de que se anuncie y se testimonie con coherencia y fidelidad el perenne mensaje evangélico, que indica a la humanidad el camino de la auténtica paz. (Papa Emérito Benedicto XVI. Ángelus. Domingo 14 de octubre de 2007)

Reflexión miércoles 10 de noviembre de 2021

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión miércoles 10 de noviembre de 2021
Características de un buen líder.
El líder está llamado a ser humilde porque todo lo ha recibido, recordar que hay Alguien a quien rendirle cuentas y estar dispuesto a seguir aprendiendo.
Para la reflexión personal

Cuentan de Alejandro Magno que, estando próximo a morir, sus parientes más cercanos le repetían con insistencia: «Alejandro, ¿dónde tienes tus tesoros?». «¿Mis tesoros?», preguntaba Alejandro. Y respondía: «En el bolsillo de mis amigos». Al final de nuestra vida nuestros amigos deberían poder decir que les dimos a compartir siempre lo mejor que tuvimos.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Señor, permite que sepa reconocer los muchos dones que me has dado, utilizarlos bien y darte gracias por ellos. Tú no necesitas mi agradecimiento, soy yo quien necesita reconocer que, sin tu gracia, nada puedo y de nada me sirven los dones terrenales que pueda tener. Que seamos agradecidos por las cosas buenas, no solamente por tener suerte en la vida o por la felicidad de sentirnos realizados, sino también por la alegría de que en Ti, hasta el sufrimiento y la muerte tienen sentido. Acepta nuestra acción de gracias. Amén.


Hoy Celebramos a:
San León I Magno, Papa

León I el Grande, o Magno, diácono de la Iglesia de Roma bajo Celestino I (422-32) y Sixto III (432-40), elegido pontífice en el año 440. Es uno de los padres y doctores mayores de la Iglesia latina. Durante su pontificado se celebró, en 451, el Concilio de Calcedonia que proclamó la divinidad y la humanidad de Cristo

Evangelio XXXII Domingo:
CONSTRUIR LA VIDA Y CONFIAR EN DIOS

Por si no lo has visto
Tema #3
Cristo Dirige Su Palabra A La Iglesia

Tema #4:
Mensajes A La Iglesia Sobre El Misterio De Dios

Un comentario en «Reflexión miércoles 10 de noviembre | San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia – Memoria»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.