Reflexión Viernes 4 de junio | 9na. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar

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Reflexión Viernes 4 de junio

Reflexión Viernes 4 de junio de 2021
9na. Semana Tiempo Ordinario
Año Impar


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 14, 23)
R/. Aleluya, aleluya.

El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor, y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.

EVANGELIO

Marcos 12, 35-37
¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de David?

Lectura del santo Evangelio según san Marcos

Un día, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: «¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, inspirado por el Espíritu Santo, ha declarado: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y yo haré de tus enemigos el estrado donde pongas los pies. Si el mismo David lo llama ‘Señor’, ¿Cómo puede ser hijo suyo?».

La multitud que lo rodeaba, que era mucha, lo escuchaba con agrado. 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

La búsqueda es un rasgo característico del hombre. Entre las distintas búsquedas debemos enumerar la de nuestra propia identidad, la de la existencia de Dios y la de nuestra relación con él. San Agustín, al escribir: «Nos hiciste, Señor, para ti e inquieto estará nuestro corazón hasta que descanse en ti» , señaló un punto vital de nuestra búsqueda.

Es apasionante ponerse a seguir las huellas del Invisible, buscar un contacto con el Creador, establecer una familiaridad con su Hijo venido entre nosotros. Estamos abiertos a lo trascendente, estamos llamados a superar las perspectivas limitadas de nuestro horizonte y a ser puestos en condiciones de llegar a ser divinos.

No queremos escalar, como los titanes, el Olimpo de la divinidad. Seria un atrevimiento imperdonable, abocado a buen seguro al fracaso. Si llegamos a Dios, se lo debemos a él mismo, que se ha revelado a nosotros y ha establecido una alianza, primero con el pueblo judío y después con toda la humanidad, a fin de que formáramos una sola familia.

Hemos sido habilitados para hablar con Dios, para dirigirle un «tú», coloquial, para invocarle como Padre, a fin de apreciar los dones que nos ha hecho, desde el regalo del cosmos al sublime de su Hijo entre nosotros. A través del Hijo, imagen del Dios invisible, hemos aprendido a profundizar en nuestra búsqueda, a comprender mejor nuestra identidad de hombres nuevos, a construir juntos un pueblo de salvados, sintiéndonos honrados con una vocación a la santidad.

Nuestra búsqueda prosigue.

Queremos conocer mejor a Jesucristo, permitir a su Palabra abrirse en nosotros y convertirse en vida. De un mejor conocimiento podrá brotar un amor mas vivo. David, movido por el Espíritu, profetiza que el Mesías es el Señor. Si, también nosotros profesamos que es el Señor de la vida y de la historia, que es el Kyrios. Si nos ponemos a la escucha, el Espíritu nos revela en el corazón las honduras del Amor, hecho visible en Jesús. Es siempre el Espíritu quien nos introduce en el Misterio y nos permite permanecer en la actitud de la multitud que le «escuchaba con agrado». (Lectio Divina Zevini-Cabra)

Reflexión Viernes 4 de junio de 2021

Fray Nelson Medina, O.P.
¿Qué significa ser el Mesías?
No nos quedemos esperando un mesías que nos traiga prosperidad, abundancia y seguridad; el mensaje del Mesías para nosotros pasa por la renuncia, por la exclusión y por la cruz para llegar luego a la resurrección.
Para reflexión personal

¿Sentimos la presencia de Dios en nuestras vidas? ¿Somos agradecidos por todas las veces que, en el sacramento de la Reconciliación, Dios nos ha sanado? ¿Sentimos la necesidad de honrarlo, por todo lo que ha hecho en nuestras vidas? ¿Somos conscientes de los ángeles que a diario nos muestran el camino? ¿Reconocemos todos los dones y maravillas que Dios ha hecho por nosotros? 

Oración

Te he buscado según mis fuerzas
y en la medida que tú me hiciste poder,
y anhelé ver con mi inteligencia
lo que creía mi fe, y mucho disputé y me afané.

Señor y Dios mío, mi única esperanza,
óyeme para que, cansado, no sucumba
y deje de buscarte;
para que busque siempre tu rostro con ardor.

Dame fuerzas para la búsqueda,
tú que hiciste que te encontrara
y me has dado la esperanza de encontrarte más y más.

Haz que me acuerde de ti,
te comprenda y te ame.
Acrecienta en mí estos dones
hasta mi reforma completa.
(Agustín de Hipona).

Lectura Espiritual Hablar con Dios

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