Tercer Sábado de Adviento | Semana antes de Navidad – 18 de diciembre

DIOS ENTRA EN NUESTRA HISTORIA
Reflexión Evangelio 18 de diciembre

Tercer Sábado de Adviento
Reflexión Evangelio viernes 18 de diciembre de 2021
Ferias Mayores de Adviento
Ciclo A, B y C

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Señor nuestro, que guiaste a tu pueblo por el desierto y le diste la ley a Moisés en el Sinaí, ven a redimirnos con tu poder. R/.

EVANGELIO

San Mateo 1, 18-24
Jesús nació de María, desposada con José, hijo de David.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: «José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.

Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. 
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Dios quiso salvarnos en la historia. Nuestra salvación no es aséptica, de laboratorio. ¡No! Es histórica. Él caminó en la historia con su pueblo. Así pues, no hay salvación sin historia. Y, para llegar a hoy, ha habido una larga, una larguísima historia. (…) Si no tenemos esto claro, jamás entenderemos la Navidad. Nunca comprenderemos la Encarnación del Verbo. Nunca. Es toda una historia que camina. ¿Y se acaba esa historia con la Navidad? ¡No! Aún hoy el Señor nos salva en la historia y camina con su pueblo.

En esa historia están los elegidos de Dios, personas que escogió para ayudar a su pueblo a ir adelante, como Abraham, Moisés, Elías. Para ellos existen algunos momentos malos, oscuros, incómodos, molestos. Personas que solo querían vivir tranquilas, pero el Señor las incomoda. ¡El Señor nos incomoda para hacer la historia! Nos hace caminar tantas veces por senderos que no queremos. Tanto que Moisés y Elías desearon incluso la muerte, pero luego confiaron en el Señor.

Hacer historia junto a Dios

El Evangelio de hoy nos habla de un momento malo en la historia de la salvación, el de José que descubre que su prometida, En esos momentos malos, los elegidos de Dios, para hacer la historia, deben cargar el problema sobre sus hombros, sin entenderlo. Así es como hace la historia el Señor. Así lo hace con José, el hombre que en el peor momento de su vida, el momento más oscuro, carga con el problema. Hacer historia con su pueblo significa, para Dios, caminar y poner a prueba a sus elegidos. Pero al final los salva.

Acordémonos siempre con confianza —también en los momentos más malos, en los momentos de enfermedad, cuando nos damos cuenta de que debemos pedir la extrema unción porque no hay salida— de decir: Señor, la historia no comenzó conmigo ni terminará conmigo. Tú sigue adelante, que yo estoy dispuesto. Y ponernos en las manos del Señor. (Papa Francisco. Misa en Santa Marta. Jueves 18 de diciembre del 2014.)

Reflexión Tercer Sábado de Adviento

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Tercer Sábado de Adviento
Cristo nuestra justicia.
Dios nos promete algo mejor de lo que ya ha hecho, el futuro en Él supera al presente. Cristo es nuestra justicia, en Él se recupera el orden que habíamos perdido por el pecado entrando en sintonía con Dios.
Para la reflexión personal

La Iglesia necesita siempre de gentes que entreguen su corazón indiviso al Señor como hostia viva, santa, agradable a Dios6. La Iglesia necesita también familias santas, hogares cristianos, que sean verdadera levadura de Cristo y den al Señor muchas vocaciones de entrega plena a Dios.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Te pedimos que nosotros también estemos dispuestos, como José, a dar nuestro sincero y gozoso asentimiento a lo que nos pidas, aun a través de los caminos misteriosos de tu amor. Pero sobre todo deseamos que seas siempre nuestro Emmanuel, el «Dios con nosotros», para saberte llevar en el corazón con el mismo amor que José, tu padre adoptivo, de modo que estemos disponibles a servirte en todos nuestros hermanos, especialmente en los pobres y necesitados, porque estás con ellos. Amén.


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