Tercer Viernes de Adviento | Semana antes de Navidad – 17 de diciembre

LA UNIVERSALIDAD DE LA SALVACIÓN
Tercer Viernes de Adviento

Tercer Viernes de Adviento
Reflexión Evangelio 17 de diciembre de 2021
Semana antes de Navidad
Ciclo A, B y C

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza y con suavidad, ven a enseñarnos el camino de la vida. R/.

EVANGELIO

Mateo 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá ya sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram, a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce. 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Con la liturgia de hoy entramos en el último tramo del camino del Adviento, que exhorta a intensificar nuestra preparación para celebrar con fe y alegría la Navidad del Señor, acogiendo con íntimo estupor a Dios que se hace cercano al hombre, a cada uno de nosotros.

El pasaje del evangelio de san Mateo nos presenta la «genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham» (Mt 1, 1), subrayando y explicitando todavía más la fidelidad de Dios a la promesa, que realiza no sólo mediante los hombres, sino también con ellos y, como en el caso de Jacob, a veces a través de caminos tortuosos e imprevistos.

El Mesías esperado, objeto de la promesa, es verdadero Dios, pero también verdadero hombre; Hijo de Dios, pero también Hijo dado a luz por la Virgen, María de Nazaret, carne santa de Abraham, en cuya descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra (cf. Gn 22, 18). En esta genealogía, además de María, se recuerda a cuatro mujeres. No son Sara, Rebeca, Lía, Raquel, es decir, las grandes figuras de la historia de Israel.

Paradójicamente, en cambio, son cuatro mujeres paganas: Rajab, Rut, Betsabé y Tamar, que aparentemente «perturban» la pureza de una genealogía. Pero en estas mujeres paganas, que aparecen en puntos determinados de la historia de la salvación, se refleja el misterio de la Iglesia de los paganos, la universalidad de la salvación.

La universalidad de la salvación.

Son mujeres paganas en las que se manifiesta el futuro, la universalidad de la salvación. También mujeres pecadoras y, así, en ellas se manifiesta también el misterio de la gracia: no son nuestras obras las que redimen el mundo, sino que es el Señor quien nos da la vida verdadera. Son mujeres pecadoras, sí, en las que se manifiesta la grandeza de la gracia que todos nosotros necesitamos. Sin embargo, estas mujeres revelan una respuesta ejemplar a la fidelidad de Dios, mostrando la fe en el Dios de Israel.

Así vemos reflejada la Iglesia de los paganos, misterio de la gracia, la fe como don y como camino hacia la comunión con Dios. La genealogía de san Mateo, por lo tanto, no es simplemente la lista de las generaciones: es la historia realizada primariamente por Dios, pero con la respuesta de la humanidad. Es una genealogía de la gracia y de la fe: precisamente sobre la fidelidad absoluta de Dios y sobre la fe sólida de estas mujeres se apoya la continuidad de la promesa hecha a Israel.

[…] Siguiendo con la celebración de los Santos Misterios, encomiendo a cada uno a la protección materna de la Madre del Redentor, invocando del Verbo divino, que asumió nuestra carne, la luz y la paz anunciada por los ángeles en Belén. Amén. (Papa Emérito Benedicto XVI. Extracto de Homilia. Jueves 17 de diciembre de 2009)

Reflexión Tercer Viernes de Adviento

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Tercer Viernes de Adviento
Dios nos elige gratuitamente.
La misma elección gratuita que tuvo Dios sobre Judá y que se refleja en los judíos de hoy, es la que se da en nosotros como experiencia de amor de gracia y de salvación que nos transforma y nos hace capaces de ser sus testigos.
Para la reflexión personal

De la mano de José podemos entrar en la ya cercana Navidad. Él solo nos pide sencillez y humildad para contemplar a María y a su Hijo. Los soberbios no tienen entrada en aquella pequeña gruta de Belén.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Dios mío, en estos días cercanos a la Navidad te suplico me concedas la gracia de orar con profundidad para contemplar y saber agradecer el gran misterio de la Encarnación de tu Hijo. Señor, Tú viniste al mundo, creciste y te preparaste para tu misión en una familia. Concédeme tu gracia para saber sembrar armonía, comprensión, perdón, apoyo mutuo, generosidad, alegría y paz en mi propia familia, siguiendo el ejemplo de tu padre san José y de tu madre María. Amén.


Evangelio de ayer
LA VERDAD NO ADMITE COMPONENDAS

Por si no lo has visto
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