La santidad de la familia, obra del espíritu santo | Tema #9 | Formación Espiritual – MEC

TEMA 9:
LA SANTIDAD DE LA FAMILIA, OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

Tema #9: La Santidad de la Familia, obra del Espíritu Santo
Esposos Ceci y David Rivas. Encuentro #173
Servidores Retiro Renovación Conyugal
1- LA SANTIDAD DE LA FAMILIA, NO ES UN PROGRAMA DE VIDA

La ilusión mas común es creer que la santidad es obra del hombre y sus esfuerzos. pero la tarea va mas allá de nuestras fuerzas humanas, como menciona en la palabra de Dios “SIN MI NADA PODÉIS HACER”;

ROMANOS 7:18. “El querer está a mi alcance, el hacer el bien, no”

Aquí San Pablo menciona como al dejar que el Espíritu Santo, conduzca su vida de manera permanente, le ha ayudado a escapar de la división entre su conciencia y sus malas costumbres, y se ha unificado quedando disponible para Dios. Existe una dualidad que no nos permite hacer las cosas bien según la voluntad de Dios.

¿Quién puede ser santo?
Juan María Vianney

Era un campesino de mente rústica, su intelecto era romo y duro, y no lograba aprender nada. Los profesores exclamaban: «Es muy buena persona, pero no sirve para estudiante No se le queda nada»

Isabel de Hungría

Princesa de Hungría y duquesa de Turingia, madre de 3 hijos, quedo
viuda, sufrió muchas calamidades.

Tomás Moro

Abogado, rico, esposo y padre de una familia numerosa, uno de los
hombres mas cultos de su época. Juana de Arco, una joven, campesina y sin estudios, a la cabeza de un ejército derrota a un aguerrido ejército, derriba fortalezas, corona a un rey y termina en la hoguera.

¿Quiénes son los santos?

DIOS NOS QUIERE A TODOS POR IGUAL Y BUSCA NUESTRA CONVERSIÓN, PARA EL TODOS PODEMOS LLEGAR A SER SANTOS.

2- SOLO DIOS PUEDE ACABAR CON NUESTROS DEFECTOS

Tenemos que estar conscientes de ello, para evitarnos mucho el desanimo y combates inútiles (nada con nuestras fuerzas), es dios quien nos hace santos, (con su espíritu), y nos pide varios requisitos que son las cualidades o características que los santos que veneramos han fortalecido y que nosotros también podemos desarrollar, entre ellas esta:

LA HUMILDAD

Es renunciar a: orgullos, a desenvolvernos por nuestras propias fuerzas, prepotencias, es aceptar con paz, nuestra pobreza y que somos (polvo y cenizas).

La humildad es indispensable para ser santos, es sentirse necesitados todo el tiempo y esto es parte de porque los humildes se roban el corazón de Dios, esto no quiere decir que los demás no son tomados en cuenta, es solamente que cuando no dejamos que el Espíritu nos guie, para Dios es difícil actuar.

Dios quiere hacer maravillas en cada uno de nosotros, pero debemos colaborar, porque Dios respeta tu libertad, y si tú lo permites Dios puede hacer de ti un gran santo; pero muchas veces nos detiene el qué dirán, como nos verán los demás, creer que perdemos algún rango o el respeto.

Para ser humilde, debemos aprender a doblegarnos, aceptar con valentía que nos hemos equivocado, aceptar con alegría las cosas buenas que Dios hace en otras personas, admitir que los demás tienen cualidades y tenernos paciencia para no desanimarnos, intentar cuantas veces sea necesario y tener fe que con la ayuda de Dios lograremos superar nuestras dificultades.

El mayor obstáculo, es el apego demasiado a la imagen que uno tiene de su propia perfección (por eso uno no llega a ser santo fijándose proyectos. La sencillez nos ayuda a superar el deseo desmedido por sobresalir, sentirnos
distinguidos y admirados solo por la apariencia externa.

3- FRUTOS DE LA SANTIDAD

De hombres y mujeres santos en el matrimonio, salen hijos santos y familias santas, y esto es lo que le agrada a dios.

ENTONCES PONGÁMONOS EN CAMINO
COMENZAR ES FÁCIL, PERO PERSEVERAR VIENE A SER LA CLAVE QUE HACE POSIBLE LA SANTIDAD.

“Los hijos e nuestra Madre, la Santa Iglesia, esperan justamente la gracia de la perseverancia final y de la recompensa de Dios, su Padre, por las obras buenas realizadas, con su gracia, en comunión con Jesús” (CC 2016).

Para ser perseverantes debemos ser fieles, a la semilla que Dios ha sembrado en cada uno de nosotros

San Mateo 10:22 “El que persevere hasta el fin se salvara”

este es el momento que tenemos para iniciar si aun no lo hemos hecho Dios nos lo esta pidiendo, hoy en estos tiempos de pandemia cada día es una bendición una nueva oportunidad de vida.

4- CUAL ENTONCES EL LA CLAVE?

«Morir a mi yo y dejar que Dios actué a través de mi. un refrán muy lindo dice:

“la pureza del corazón (santidad), se logra cuando la voluntad y la inteligencia se dejan guiar por el querer de dios y por la gracia del espíritu santo»
Santa Faustina Kowalska

Esto tiene mucho que ver con la caridad, y es esta virtud la que nos une directamente con Dios y al mismo tiempo nos lleva a vivir la unión y solidaridad con nuestra familia, esto no es actuar por lastima sino la caridad es sinónimo de amor verdadero.

San Agustín llego a decir: «Ama y haz lo que quieras» porque quien ama de verdad a Dios, no podrá hacer sino lo que le agrade. Es decir, será un santo.
No hay que perder el tiempo exaltando lo macabro y oscuro. Hay mucha luz para hacer brillar a Dios, que no vale la pena taparlo con las tinieblas del mal. Aprender a exaltar todo lo bueno, no estar viendo solo los defectos o lo que le cuesta superar a nuestra pareja o a los hijos.

6- COMPROMISO DE ACCIÓN PARA LA SANTIDAD DE LA FAMILIA

Leer carta a los Romanos cap. 8 del 5-17 y preguntarnos:

  • Estoy dejándome guiar por el espíritu santo?
  • ¿Pregúntale a tu cónyuge, si ve signos de que estoy dejándome guiar por el espíritu santo?
  • ¿Léanlo con sus hijos y pregúntenles, ¿si uds. papas, se están dejando guiar por el espíritu santo, en sus dificultades, en sus decisiones, en sus proyectos, ¿de la familia?
ORACIÓN FINAL