Reflexión Miércoles 7 de julio | 14a. Semana Tiempo Ordinario – Año Impar

EL ENCARGO DE JESÚS
Reflexión Miércoles 7 de julio

Reflexión Miércoles 7 de julio de 2021
14a. Semana Tiempo Ordinario
Año Impar

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Mc 1, 15)
R/. Aleluya, aleluya.

El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse y crean en el Evangelio. R/.

EVANGELIO

Mateo 10, 1-7
Vayan en busca de las ovejas perdidas en la casa de Israel.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, llamando Jesús a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Éstos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos del Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayan a tierra de paganos, ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos». 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

En el capítulo 10, Mateo comienza una nueva sección de su evangelio: el llamado «discurso misionero» o «apostólico». Terminada la serie de milagros que había narrado después del sermón de la montaña, ahora leemos el segundo de los cinco grandes discursos de Jesús, en el que da a sus apóstoles unas consignas para su misión evangelizadora.

Ya había insinuado la idea al final del evangelio de ayer, cuando Jesús contemplaba la abundancia de la mies y la escasez de obreros para la siega, invitándonos a orar al Padre que envíe trabajadores a su campo. A los discípulos a quienes elige, Jesús los llama «apóstoles», o sea, «enviados». Su misión va a ser, ante todo: «id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca». Pero este anuncio debe ir acompañado de hechos: «expulsar espíritus inmundos, curar toda enfermedad».

Puede parecer extraño que les recomiende que no vayan a tierras de paganos ni a Samaria, sino que se limiten a predicar a «las ovejas descarriadas de Israel». El pueblo judío es el heredero de la promesa: antes de hacerse universal, la salvación se ha de ofrecer a Israel. Al final les dará, según Mateo, la orden: «id y haced discípulos a todas las naciones». La Buena Noticia de Dios, de la salvación y la vida que nos ofrece, debe ser anunciada a toda la humanidad.

El encargo de Jesús

Cada generación es nueva, en la historia, y necesita ser evangelizada. Por eso sigue en pie el encargo de Jesús. A unos se lo encomienda de un modo más intenso y oficial: a los obispos de la comunidad eclesial, que son los sucesores de esos doce apóstoles. Como también a sus colaboradores más cercanos, los presbíteros y los diáconos, que reciben para ello una gracia especial en el sacramento del Orden.

Pero es toda la comunidad cristiana la que debe anunciar la salvación de Dios y dar testimonio de ella con palabras y con obras. En el ámbito de la familia, del trabajo, del estudio, de la política, de los medios de comunicación, de la sociedad en general. En tierras de misión y en países cristianos.

Es lo mejor que un cristiano puede hacer, dar testimonio del amor y la cercanía de Dios a su alrededor, curar las dolencias, expulsar los demonios de nuestra sociedad, ayudar a que todos puedan vivir su existencia con esperanza y sentido. No todos somos sucesores de los apóstoles, pero todos somos seguidores de Jesús y debemos continuar -cada uno en su ambiente-, la misión que él vino a cumplir. Todos formamos la Iglesia «apostólica» y «misionera». (José Aldazabal. Enséñame tus Caminos. Tiempo Ordinario. Semanas X-XXI. , Vol. 5, CPL, Barcelona, 1997 pp. 122-126)

Reflexión Miércoles 7 de julio de 2021

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Miércoles 7 de julio de 2021
No pares la película, Dios manifestará su gloria.
Hay muchas cosas que te pueden estar decepcionando, no pierdas el tiempo quejándote; la historia no termina con esto que vivimos ahora. La gloria de Dios aparece en el desenlace y muchas veces es inesperado, está más allá de nuestras expectativas y planes.
Para la reflexión personal

Maestro de vida interior, trabajador empeñado en su tarea, servidor fiel de Dios en relación continua con Jesús: este es José. Ite ad Ioseph. Con San José, el cristiano aprende lo que es ser de Dios y estar plenamente entre los hombres, santificando el mundo. Tratad a José y encontraréis a Jesús. Tratad a José y encontraréis a María, que llenó siempre de paz el amable taller de Nazaret. San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 56. Tomado de Hablar con Dios

Oración

San José, Maestro de vida interior, trabajador empeñado en su tarea, servidor fiel de Dios, enséñanos lo que es ser de Dios y estar plenamente entre los hombres, santificando el mundo. Ayúdanos a hacer y a enseñar, como Cristo, los caminos divinos –ocultos y luminosos–, diciendo a los hombres que pueden, en la tierra, tener de continuo una eficacia espiritual extraordinaria. (San Josemaría Escrivá)


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