Introducción Al Libro De Apocalipsis | Tema #1 | Curso de Apologética II -MEC

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE APOCALIPSIS

Vamos a iniciar el acercamiento a uno de los libros más apasionantes de la Sagrada Escritura, de los más actuales, de los más bellos. Haremos una Introducción al libro de APOCALIPSIS. Iniciemos pidiéndole al Señor su Espíritu para acercarnos a su palabra.

Tema #1: Introducción Al Libro De Apocalipsis
Natalia y Carlos Roberto Mercado – Encuentro #71, Sede Central
Secretaría de Formación de Agentes de Pastoral Familiar – MEC Sede Central

En esta primera parte de la Introducción Al Libro De Apocalipsis, nos vamos a referir a cuestiones introductorias del libro del Apocalipsis. Concretamente nos referiremos sobre el título y el autor del libro y luego, tres dimensiones fundamentales que hay que tener presente siempre, y que todos vamos a lograr familiarizarnos con ellas a lo largo de este curso para entender el libro: La dimensión literaria, simbólica y litúrgica  del libro.

1- El Titulo

Apocalipsis es una palabra griega que significa REVELACION, quiere decir algo que está escondido como con un manto encima y se ha desvelado, se ha revelado.  Iniciamos con esto porque entre nosotros, sobre todo por influencia de algunas personas que predican con este libro, Apocalipsis o apocalíptico se ha vuelto sinónimo de catastrófico. Según estas personas, algo apocalíptico es algo terrible, es una catástrofe que va a ocurrir. 

APOCALIPSIS SIGNIFICA EN GRIEGO
REVELACIÓN

El libro se presenta como una revelación de Dios. Dios cuando se revela a su pueblo no lo hace ni para “meter miedo” ni para satisfacer curiosidades intelectuales. Con el apocalipsis muchas veces se ha predicado el miedo: ¡ya se acerca el fin del mundo!, ¡la bestia!, ¡Ya se va a destruir la tierra!, ¡la luna se pone roja, las estrellas se caen, el sol se pone negro! 

Cuando se mal interpreta, toda esta serie de símbolos, puede que el apocalipsis se vuelva un libro que “mete miedo”. Pero la revelación del Señor no es para meter miedo a nadie. Contrario a “meter miedo”, el libro entra con una bienaventuranza para quienes lo leen. En el Capítulo 1, versículo 3 leemos: “dichosos los que leen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella”.

¿Qué NO es el libro?

En segundo lugar, el libro del apocalipsis o revelación de Dios no es para satisfacer nuestras curiosidades. El Apocalipsis no es para calcular cuando se va a acabar el mundo, ni para descubrir lo que va a ocurrir, como si el apocalipsis fuera como una especie de horóscopo cristiano, que lo leemos y allí nos damos cuenta que va a pasar y que no va a pasar.

El apocalipsis es la revelación que Dios concedió a Jesucristo (Cfr. Ap. 1,1) y que Jesucristo manifestó a su siervo, de lo que ha de suceder pronto.

“Lo que ha de suceder pronto” es una frase tomada del libro de Daniel y no quiere decir lo que va a suceder inmediatamente o mañana o dentro de un año; sino que “lo que ha de suceder pronto” es una frase que quiere simplemente indicar el plan de Dios, el proyecto de Dios se va a poner por obra pronto. Dios no va a tardar en realizar su voluntad. Esto es lo que el apocalipsis nos revela: El plan, el proyecto de Dios, su voluntad para los hombres.

2. EL Autor del Libro

Tradicionalmente, se ha atribuido el Apocalipsis al Apóstol Juan quien habría escrito también el cuarto evangelio. El conocer el autor de un libro bíblico es secundario. Esto no le quita ni pone en cuanto a su valor, en cuanto a ser o no inspirado. Pero vale la pena tratar este tema, aunque sea brevemente.

Los libros apocalípticos tienen una característica: nunca el autor da su nombre. El verdadero autor del libro nunca da su nombre real, sino que siempre pone el nombre de algún personaje del pasado con el que él se identifica, ya sea por afinidad en cuanto a la doctrina, porque le simpatiza o porque es un personaje que tiene una cierta autoridad en la comunidad, etc. Entonces, los libros apocalípticos utilizan esa característica que se llama seudonimita, es decir, poner el nombre de otro como autor del libro. 

Esto no le quita al libro absolutamente nada en cuanto a ser Palabra de Dios.

3. Tres aspectos fundamentales del libro.

Ahora, en Introducción Al Libro De Apocalipsis, nos referiremos a tres aspectos del libro sobre los cuales estaremos insistiendo a lo largo del curso. Son tres aspectos sin los cuales no podemos entender el libro del Apocalipsis:

a) La dimensión Litúrgica.

b) La dimensión Literaria.

c) La dimensión Simbólica.

a). La dimensión Litúrgica.

El libro del apocalipsis está concebido como un libro en diálogo entre un lector y una comunidad que escucha. La liturgia tiene una dimensión de diálogo fuertísima. El autor del apocalipsis le ha querido dar al libro la estructura de la liturgia.

En Ap. 1:3, hay alguien que se llama “el que lea” y hay un grupo que se llama “los que escuchan” las palabras de esta profecía. Y a lo largo del libro va a haber un lector al que nos vamos a referir constantemente en este curso, que va a ser el que va a ir proponiéndole a la comunidad una serie de símbolos, visiones, expresiones, mensajes de parte de Dios, típico de la literatura apocalíptica, y una comunidad que va a tener el trabajo de recibir aquellos símbolos, imágenes, palabras, y las va a ir interpretando, decodificando y aplicando a su propia situación histórica. Es la comunidad cristiana.

AL PRINCIPIO Y AL FINAL DEL LIBRO ES DONDE APARECEN EL LECTOR Y LA COMUNIDAD CON MÁS CLARIDAD, ASÍ COMO EN ALGUNAS PARTES INTERMEDIAS.

Mostremos la dimensión litúrgica en la parte inicial. Leamos Ap. 1,4 en adelante:

«Juan a las 7 iglesias de Asia. Gracia y paz a vosotros de parte de “Aquél que es, que era y que ha de venir”, de parte de los 7 espíritus que están ante su trono, y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra.»

El lector

Aquí descubrimos que está hablando un individuo que lleva por nombre Juan. En el desarrollo del curso lo llamaremos Juan o “el lector”. El lector ha comenzado con un saludo litúrgico que tiene el mismo esquema de saludo con que empezamos nosotros nuestra celebración litúrgica actual: “Que la gracia de nuestro señor Jesucristo, el amor de Dios nuestro Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos ustedes”.

El lector proclama ese saludo a la comunidad. Y a continuación viene un saludo en plural, y dice la comunidad (Cfr. Ap. 1:5b) «Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amen.» Aquí notamos el cambio, del lector que se presenta como individuo y la comunidad que contesta como grupo.

A continuación interviene de nuevo el lector como ayudándole al grupo a que tome conciencia de lo que acaba de responder, y le habla en plural (Cfr. Ap. 1:7) «Mirad, viene acompañado de nubes ; todo ojo le verá, hasta los que le traspasaron, y por él harán duelo todas las razas de la tierra.» Y contesta de nuevo la comunidad con una afirmación: “Si,” afirmado aquello que el lector ha dicho, y con una oración: “Amen”, es decir, yo me confío en aquello, en eso pongo mi fe.

Y a continuación, el diálogo litúrgico lo vuelve a concluir el lector hablando en nombre de Dios (Cfr. Ap. 1:8) «Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, “Aquél que es, que era y que ha de venir”, el Todopoderoso.»

Un Trasfondo Litúrgico

Como vemos, en esta Introducción Al Libro De Apocalipsis, ya aparece el trasfondo litúrgico que tiene el libro. Esto además se confirma por otros detalles: el libro del apocalipsis, según el autor, fue inspirado, el día domingo. En Ap. 1, 10, dice el lector, yo tuve una experiencia en el espíritu, fui movido por el espíritu el día domingo (Genera Kiriakè, se dice en griego), el día del Señor, que es el día propio de la asamblea litúrgica. Es decir, que el mismo libro tiene como ambiente el día domingo, el día de la asamblea litúrgica, el día en que se reúne la comunidad para celebrar la eucaristía. Esto confirma todavía más, la dimensión litúrgica. 

Constantemente el lector va a estar retando al grupo que tiene adelante, para que interprete los símbolos. Al final del libro vuelve a aparecer el diálogo litúrgico, leamos Ap. 22, 20-21 cuando habla Cristo y dice: «Si, vengo pronto. “y la comunidad contesta: “¡Amén! ¡Ven Señor Jesús!”», y el lector interviene despidiendo a la asamblea diciendo: «Que la gracia del Señor Jesús sea con todos.” Y la comunidad responde: “¡Amén!”»

TODO EL LIBRO ES UN DIÁLOGO ENTRE EL LECTOR Y EL GRUPO DE OYENTES QUE TIENE DELANTE.

b) La Dimensión Literaria

Parte importante en la Introducción Al Libro De Apocalipsis, es saber que pertenece a un grupo de libros, a una literatura que se llama literatura apocalíptica. Es un tipo de literatura que floreció en Israel en el Siglo segundo antes de Cristo y sustituyó a los profetas. Los profetas de Israel fueron desapareciendo y surgió esta nueva literatura.

Aquí no estamos hablando concretamente del Apocalipsis, sino de la literatura apocalíptica que surge en Israel y que probablemente tuvo su origen como manera de expresión, fuera de Israel, posiblemente en Persia, donde hoy es Irán e Irak. Esta literatura Intenta en primer lugar interpretar la historia, lo que ocurre, los hechos de la vida, los hechos de la historia humana, y los interpreta considerando a la historia como una situación en la que hay dos fuerzas, la del bien y la del mal que están en lucha constante. Pero al final esa historia va a quedar transformada por las fuerzas del bien o por Dios.

La literatura apocalíptica nunca habla de destrucción del mundo, sino de transformación del mundo y de la historia. Dios al final crea un “cielo nuevo y una tierra nueva” y las fuerzas del mal son destruidas. Esto es en resumen la literatura apocalíptica. Pero todo esto, la literatura apocalíptica lo hace con un tono misterioso, dándole un toque de misterio a todo aquello que expresa. Y esto lo hace para hacernos sentir que estamos tocando el misterio de Dios revelado al hombre.

Descubrimos en la Introducción al libro de APOCALIPSIS, que los apocalípticos hablan un lenguaje cifrado, un lenguaje simbólico, a veces oscuro, aparecen personajes raros, extraños, pero esto es parte del estilo que ellos tiene de contar, de narrar, de reflexionar.

El uso de las «VISIONES»

Otra parte importante en la Introducción al libro de APOCALIPSIS, es saber que la apocalíptica utiliza sobre todo las “visiones”. Presenta siempre a un personaje que está ofreciendo sus visiones. La visión en la literatura apocalíptica no se refiere a visiones con los ojos (“vi el cielo abierto”, etc.), sino que es una forma de expresar su experiencia espiritual, a lo que el autor ha llegado como conclusión después de un largo camino de reflexión, de oración, de vida espiritual.

En vez de decir, esto es lo que yo creo, esta es la conclusión a la que he llegado, en la literatura apocalíptica se dice “tuve un sueño “o “ tuve una visión”, pero es una forma literaria que tienen estos autores para darnos a conocer su experiencia de fe y su experiencia espiritual. Esto nos va a ayudar para tener una clave de lectura para el libro del apocalipsis. Las visiones no son con los ojos. 

Luego utiliza también la literatura apocalíptica una serie de símbolos. ¿Por qué se utiliza el símbolo?  Los apocalípticos hablan de cosas reales, de lo que ocurre en la historia, pero hablan también de la presencia de Dios en medio de esa historia, y muchas veces el lenguaje humano, el lenguaje que usamos corrientemente resulta pobre para hablar del misterio de Dios. 

Simbología

La Introducción Al Libro De Apocalipsis, nos ayuda a descubrir que hay muchos símbolos que utiliza la literatura apocalíptica, por ejemplo:

El símbolo de las catástrofes cósmicas:

Las montañas que se hunden en el mar, el terremoto, el cielo que se enrolla como un libro, el sol que se vuelve negro, etc. Todos estos son expresión de una realidad que está detrás. Todos estos símbolos de catástrofes cósmicas no tienen otro significado más que la acción de Dios en la historia, una acción fuerte, transformadora, a la cual el hombre no puede negarse, no puede decir que no la ha presenciado.

El símbolo numérico:

Esto viene de la antigua Persia. Los números no son expresados en su valor cuantitativo, sino que adquieren valores simbólicos, por ejemplo, el siete (7), en la literatura apocalíptica no es la suma de 1+2+3…, sino que significa TOTALIDAD. Y en el Apocalipsis vamos a encontrar el 7 y los múltiplos de 7 , el 144,000 , veremos el número  1,000, el número 12, que son números  que todos tienen una realidad detrás, o los números que son inferiores a 7 como el 3 y medio por ejemplo, el 666 tan famoso por que se conoce como el número de la bestia.

“TERIOMORFO” o sea el símbolo de los animales:

Cuando la apocalíptica quiere hablar de fuerzas que son sobre-humanas pero que no son divinas, utiliza el símbolo de los animales. Por eso vamos a ver en el apocalìpsis el Dragòn, los Caballos, el Aguila, el Leòn, el Cordero, el Escorpiòn,etc. 

El simbolismo cromático o sea el de los colores: el rojo, el verde, el negro, el dorado, el blanco, etc. 

Entonces, la literatura apocalíptica tiene como característica fundamental interpretar los hechos de la historia, lo que ocurre a diario, a la luz de Dios. Intenta presentar la historia como una historia en conflicto, en lucha entre el bien y el mal, pero que al final tendrá su desenlace con la victoria de las fuerzas del bien y de Dios.

c). La Dimensión Simbólica.

A lo largo del tema de Introducción al libro de APOCALIPSIS, hemos aprendido que existe un lenguaje corriente que nos habla de la realidad. Pero existe, además, un lenguaje simbólico que también nos habla de la realidad, pero con imágenes, con símbolos, ayudándonos a entender mejor esa realidad y obligándonos a pensar, porque el símbolo hay que descifrarlo. 

Hay símbolos que son fáciles de captar, porque por una parte está el símbolo y por otra parte está la realidad a la que se refiere y basta simplemente descubrirla porque es única. Ejemplo, cuando en el evangelio Cristo dice: “Yo soy la luz del mundo”, la luz es un símbolo. Pero ¿para qué sirve la luz?  para iluminar. Cristo entonces, es la palabra que ilumina este mundo. Este es un símbolo fácil de interpretar.

Los niveles o «capas»

En cambio, los símbolos del apocalipsis son muy complejos porque tienen varias “capas”, varios niveles, y la forma de interpretarlos es la siguiente. Cuando aparece un símbolo en el apocalipsis, hay un nivel fundamental o básico, y luego encima de ese, vienen una serie de capas simbólicas.

Primero debemos captar el nivel fundamental y luego vamos capa por capa interpretando. Interpretamos el primer nivel y cuando ya hemos descubierto la realidad que hay detrás de aquél símbolo, lo ponemos aparte y continuamos con la segunda capa. Después que hemos interpretado la segunda capa, la ponemos aparte también, y así vamos con la tercera, descubriendo la realidad que hay detrás. 

Cuando hemos terminado, sumamos todos los equivalentes reales de aquél símbolo y así alcanzamos a tener una visión de conjunto del mismo. Así se trabajan los símbolos del apocalipsis. 

Una regla fundamental

En el Apocalipsis siempre las equivalencias simbólicas son las mismas.

Ejemplo, siempre que aparezca el color blanco, significa lo mismo; siempre que aparezca el 7 significa lo mismo, siempre que aparezca el cuerno significa lo mismo. Esto hace que el libro se vuelva muy fácil, porque basta con que nos familiaricemos en el libro con algunos símbolos, y lo podemos leer porque siempre equivalen a la misma realidad.

Veamos un ejemplo de un símbolo que aparece en (Cfr. Ap. 5, 6) y lo vamos a interpretar. Este es uno de los símbolos más importantes del libro del apocalipsis, el símbolo del cordero. El símbolo más importante del apocalipsis no es la Bestia, el 666, sino “el que está sentado en el trono” y “el Cordero”. Esos son los símbolos más importantes de todo el libro.

Veamos el símbolo del Cordero, únicamente como ejemplo para ver cómo se maneja el símbolo: “Entonces vi, de píe…, un Cordero, como degollado; tenía siete cuernos y siete ojos,”. Aquí tenemos un símbolo que tiene 5 niveles o 5 capas. ¿Quién es este Cordero, de píe, degollado, con siete cuernos y siete ojos? 

Si nos imaginamos este símbolo de forma real: Un cordero, de pie, degollado, con siete cuernos y siete ojos; nos resulta un monstruo.

Pero si lo analizamos según la técnica será diferente.

Símbolo Básico

¿Cuál es el símbolo básico?, El Cordero, el cual es un símbolo bíblico que hace referencia al cordero de la pascua como símbolo de la liberación del pueblo de Israel antes de salir de Egipto y del Siervo de Yahveh que es llevado como cordero al matadero, como cordero que va entregado a la muerte.

Por lo tanto, el simbolismo del Cordero hace referencia a alguien que ha sido muerto, sacrificado y que también tiene relación con la liberación del Pueblo de Dios. Aquí ya tenemos el símbolo básico: se trata de alguien que, con su muerte, con la entrega al sacrificio, como el cordero del Siervo de Yahveh narrado por Isaías, tiene que ver con la liberación del pueblo de Dios.

El Cordero es el símbolo básico; del cual se nos dice que está degollado.

El texto griego original no dice exactamente “degollado”, sino que dice: “alguien que ha sufrido una muerte violenta”, que ha sido despedazado, que ha sido sometido a una muerte infame, cruel; pero que también está de pie. En el Apocalipsis, estar de pie, significa estar vivo, estar listo, disponible. Aquí hace referencia a la resurrección de Cristo. Este Cordero ha sufrido una muerte violenta, pero también está vivo, resucitado.

Los 7 Cuernos

TIENE 7 CUERNOS.
EL SIETE SIGNIFICA TOTALIDAD,
EL CUERNO ES SÍMBOLO DEL PODER.

Con el cuerno se ungía antiguamente a los Reyes en Israel. El cuerno es símbolo del poder Mesiánico, con el cuerno se ungía con aceite a los Reyes y aquel aceite como que le penetraba al Rey, que se volvía el ungido del Señor. Por lo tanto, el cuerno es símbolo del poder Mesiánico. Y en el libro dice que tiene siete cuernos, es decir la totalidad del poder del Mesías.

Los 7 ojos

EL OJO ES SÍMBOLO DEL ESPÍRITU DE DIOS.

Además, dice que tiene 7 ojos.
El ojo es algo que nos pertenece; pero con el ojo entramos en contacto con la realidad, con aquello que es distinto de mí. En el Apocalipsis, siempre el ojo es símbolo del Espíritu de Dios. Como este es un símbolo que no es muy claro, a veces el libro nos lo explica. El ojo es la forma que tiene el Cordero de entrar en contacto con el mundo y con la historia por medio del Espíritu. Tiene siete ojos, es decir, tiene la totalidad del Espíritu de Dios, con la cual penetra la historia y la realidad.

Sumemos ahora todos los equivalentes realísticos de este símbolo:

1) El Cordero,
2) Degollado,
3) De pie,
4) con 7 cuernos,
5) con 7 ojos

¿Quién es?
ES JESUCRISTO

Es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, libera al pueblo de Dios; que ha sufrido una muerte violenta en la Cruz por fidelidad al Padre; pero que ha sido resucitado y vive ahora lleno de vida y vivificador de todos, de pie; posee la plenitud del poder del Mesías.

El Mesías es aquella figura que transforma el mundo según la voluntad de Dios. Él tiene ese poder total, por eso dice en el evangelio: “se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra”. Él es el único que puede transformar este mundo con el poder Mesiánico pleno que posee.

Pero, además, eso lo realiza porque posee la plenitud del Espíritu y por eso lo dona a quien quiere, y además con el Espíritu penetra la realidad. En efecto el libro dice 7 ojos, que son los 7 Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.

Allí tenemos un símbolo que hemos ido descifrando a partir de los distintos niveles.


Por si no viste nuestro Curso de Apologética I: ¿Quién es Dios? – Tema #1 – Curso de Apologética I 

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