Tercer Lunes de Adviento | Santa Lucía, virgen y mártir – Memoria

TENER EL CORAZÓN FIRME, SOBRE LA ROCA
Tercer Lunes de Adviento

Tercer Lunes de Adviento
Santa Lucía, virgen y mártir
Memoria

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Sal 84, 8)
R/. Aleluya, aleluya.

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/.

EVANGELIO

Mateo 21, 23-27
¿El bautismo de Juan venía del cielo o de la tierra?

Lectura del santo Evangelio según san Mateo

En aquellos días, mientras Jesús enseñaba en el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: «¿Con qué derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».

Jesús les respondió: «Yo también les voy a hacer una pregunta, y si me la responden, les diré con qué autoridad hago lo que hago: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo o de la tierra?».

Ellos pensaron para sus adentros: «Si decimos que del cielo, él nos va a decir: ‘Entonces, ¿por qué no le creyeron?’. Si decimos que de los hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen a Juan por un profeta». Entonces respondieron: «No lo sabemos».

Jesús les replicó: «Pues tampoco yo les digo con qué autoridad hago lo que hago». 
R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

«Pido al Señor la gracia de que nuestro corazón sea sencillo, luminoso con la verdad que Él nos da, y podamos así ser amables, capaces de perdonar, comprensivos con los demás, de corazón grande con la gente, misericordiosos». Con esta oración el Papa Francisco concluyó la homilía de la misa del lunes 15 de diciembre. «Jamás condenar. Si tú tienes ganas de condenar, condénate a ti mismo».

Al contrario, hay que pedir «al Señor la gracia de que nos dé esta luz interior, que nos convenza que la roca es sólo Él y no tantas historias que hacemos como cosas importantes; y que Él nos acompañe por el camino, que Él nos ensanche el corazón, para que puedan entrar los problemas de tanta gente, y que Él nos dé la gracia de sentirnos pecadores».

[…] En concreto, destacó el Papa, Jesús «predica sobre la fe. Luego, en el templo, curó a mucha gente, a los enfermos, y expulsó a los que vendían y compraban». Y fue entonces que «los jefes de los sacerdotes, los doctores de la ley se le acercaron para preguntarle»: «¿Con qué autoridad haces esto? Somos nosotros los que mandamos en el templo».

Jesús va al corazón

Y la respuesta de Jesús es una respuesta «con vivacidad interior, con mucha agudeza», porque —destacó el Papa— Jesús «va al corazón de esta gente, a lo que tenían en el corazón. Era gente que tenía un corazón inseguro, un corazón que se acomodaba un poco a las situaciones, un corazón que, según el momento, iba de una parte o de la otra».

A ellos, en efecto, «no les interesaba la verdad; a ellos les interesaba el propio interés, según el viento que soplaba…». Y negociaban todo: la libertad interior, la fe, la patria. Todo, menos las apariencias. Les interesaba salir bien de las situaciones.

De aquí la relación indicada por el Papa Francisco con la oración del inicio de la misa, en la que se pide al Señor «que disipe las tinieblas de nuestro corazón». En efecto, la gente de la que habla el Evangelio «tenía muchas tinieblas en el corazón». Cierto, «era observante de la ley: el sábado no caminaban más de cien metros y nunca se sentaban en la mesa sin lavarse las manos»; era «gente muy observante, muy segura en sus costumbres».

Pero, añadió el Papa, «es verdad que sólo en las apariencias. Eran fuertes, pero hacia fuera. Estaban acartonados. El corazón era muy débil, no sabían en qué creían. Y por ello su vida estaba, la parte exterior, toda regulada; pero el corazón iba de una parte a la otra».

Tener el corazón fuerte, firme, sobre la Roca

Al contrario, Jesús «nos enseña que el cristiano debe tener el corazón fuerte, firme, que crece sobre la roca, que es Cristo, y luego ir por el mundo con prudencia». En efecto, continuó el Pontífice, «no se negocia el corazón, no se negocia la roca. La roca es Cristo, no se negocia. Este es el drama de la hipocresía de esta gente.

Y Jesús no negociaba nunca su corazón de Hijo del Padre, sino que estaba abierto a la gente, buscando caminos para ayudar». Los demás, en cambio, afirmaban: «Esto no se puede hacer; nuestra disciplina, nuestra doctrina dice que no se puede hacer». En definitiva, «eran rígidos en sus disciplinas» y sostenían: «La disciplina no se toca, es sagrada». (S.S. Papa Francisco. Homilia en Santa Marta. Lunes 15 de diciembre de 2014)

Reflexión Tercer Lunes de Adviento

Fray Nelson Medina, O.P.
Reflexión Tercer Lunes de Adviento.
Unión entre el precursor y el Mesías.
Quedarnos con Juan el Bautista sin Cristo, absolutiza la culpa; quedarnos con Cristo sin tomar en cuenta el mensaje de Juan el Bautista, trivializa el pecado.
Para la reflexión personal

La Navidad es una llamada a la pureza interior. De un corazón puro nace la alegría, una mirada penetrante para lo divino, la confianza en Dios, el arrepentimiento sincero, el conocimiento de nosotros mismos y de nuestros pecados, la verdadera humildad, y un gran amor a Dios y a los demás.
Tomado de Hablar con Dios, meditación diaria.

Oración

Señor Jesús, qué fácilmente puedo negarte el lugar que te corresponde en mi vida. No quiero dejarme envolver por lo transitorio y fugaz para saber dedicar el mayor y el mejor tiempo de mi vida al servicio de los demás, por amor a Ti. Por eso te doy gracias por este momento de oración que me hace reconocer, agradecer y evaluar el uso que estoy dando a todos los talentos con los que has enriquecido mi vida, especialmente el uso de mi tiempo. Concédenos que no falten profetas en tu pueblo; que no olvidemos tu promesa; que no nos cansemos de seguir adelante; auxilianos con tu Gracia para que seamos conscientes de que todos nosotros, bautizados, somos profetas. Amén.


Hoy celebramos a
Santa Lucía

Fue una mártir cristiana, que padeció el martirio durante la persecución de Diocleciano. Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia. (13 de diciembre del 303 ó 304). Su nombre significa Luminosa. En los relatos se mencionan sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez. También es venerada por las iglesias ortodoxa y luterana.

Evangelio III Domingo de Adviento
EL SEÑOR ESTÁ CERCA

Por si no lo has visto
Una Hora de Alabanzas para el MEC – Juan Soriano – testimonio

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